Por Paulo Coelho
El Alquimista
El Alquimista
“Dios eligió una mísera y pequeña zarza para enseñar que no hay ningún lugar en la Tierra donde Él no esté presente”.
El talmud y el midrash
El escritor Arnaldo Niskier reunió en un interesante libro, La sabiduría judaica (editorial Vozes), algunas historias, proverbios y reflexiones del pueblo judío, extraídas del Talmud (una colección de dieciocho volúmenes que contienen mil años de discusiones entre rabinos y sus discípulos) y del Midrash (interpretación de las Escrituras, con énfasis en la ética y en la tradición). Reproduzco aquí algunos trechos:
La respuesta
Cierta vez, un hombre interrogó al rabino Josua Ben Karechah:
–¿Por qué Dios eligió una zarza para hablar con Moisés?
–Si Él hubiese escogido un olivo o una morera, tú te habrías hecho la misma pregunta. Pero no puedo dejarte sin una respuesta, por eso digo que Dios eligió una mísera y pequeña zarza para enseñar que no hay ningún lugar en la Tierra donde Él no esté presente.
Cosas de este mundo
Un día, Rab Huna regañó a su hijo, Rabbah:
–¿Por qué no vas a la conferencia de Rav Chisda? Dicen que habla muy bien.
–¿Por qué tengo que ir? –respondió el hijo–. Todas las veces que fui, Rav Chida solo habló de las cosas de este mundo: de las funciones del cuerpo, de los órganos, de la digestión, y de otras cosas relacionadas simplemente a lo físico.
Y el padre dijo:
–¿Ray Chisda habla de las cosas creadas por Dios y tú dices que habla de las cosas de este mundo? ¡Ve a escucharlo!
La ventana y el espejo
Un joven le pidió al rabino un consejo para orientar su vida. Este lo condujo hasta la ventana:
–¿Qué ves a través de los cristales?
–Veo a hombres pasando, y a un ciego pidiendo limosna en la calle.
El rabino le mostró un gran espejo:
–Y ahora, ¿qué ves?
–Me veo a mí mismo.
–¡Y ya no ves a los demás! Fíjate en que la ventana y el espejo están hechos de vidrio. Pero en el espejo –como hay una fina capa de plata– solo te ves a ti mismo. Debes compararte a estas dos especies de vidrio: pobre, prestas atención a los otros y sientes compasión por ellos; cubierto de plata –rico– solo consigues admirar tu propio reflejo.
Algunas definiciones de la sabiduría judaica:
Dientes: Si no puedes morder, es mejor no mostrar los dientes.
Aprender: Aprendí mucho con mi maestro, más con mis compañeros y más aún con mis alumnos.
Águila: Un águila no caza moscas.
Bendición: Las bendiciones son bendiciones para quien bendice; las maldiciones son maldiciones para quien maldice.
Contenido: No mires la jarra, sino lo que esta contiene. Hay jarras nuevas que contienen vino viejo y delicioso, y hay jarras viejas que ni siquiera contienen vino nuevo.
Elogio: Cuando vives lo bastante se te acusa de cosas que nunca hiciste, se te elogia por virtudes que nunca tuviste.
Generación: Bienaventurada la generación en la que el grande aprende con el pequeño.
Honra: No es el lugar el que honra al hombre, sino el hombre quien honra el lugar.
Calumnia: La lengua que calumnia mata a tres personas al mismo tiempo: a la que profiere la calumnia, a la que la escucha y a la persona de la que se habla.
Texto retirado de: La Revista
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