Para cualquier estación de mejoría y progreso, perfeccionamiento y elevación, el trabajo en el bien será siempre el camino de luz.
Si te dices inexperto, hallarás en el trabajo la precisa madurez.
Si te declaras en condiciones de flaqueza es la escuela que te hará fuerte, ante las exigencias edificantes de la vida.
Si te afirmas sin méritos, el trabajo es la vía de acceso hacia ellos.
Si inhibiciones o angustias te cercenan las manifestaciones, es el proceso más rápido de extinguirlas.
Si te aseveras en las sombras de la ignorancia, es la lámpara encendida que te clareará la existencia bajo la forma de estudio.
Si compañeros te abandonan, es el medio de obtener otros muchos al nivel de tus encargos.
Si adversarios te incomodan, es la norma de acción para que te respeten.
Si la necesidad te bate a la puerta, es la providencia con que la liquidas.
Si amarguras te aniquilan las horas, es el disolvente que las destruye.
Si calumnias te apedrean, es el lugar en que las desmientes.
Si la persecución te fustiga, es la posición en que la justicia te asegura defensa.
Si la tentación te asedia, es el método de justificarla.
Si caíste en error, es el apoyo en el que te vuelves a erguir.
Si alguien te humilla, es la fuerza que te levanta.
Si sufriste perjuicios, es el campo en que te rehaces.
Si la soledad te ensombrece los días, es el clima que te enriquecerá de amigos.
Trabaja siempre, especialmente construyendo la felicidad ajena y estarás edificando la propia felicidad.
El amor es Dios en la criatura, generando bendiciones.
El trabajo es la criatura en Dios, realizando prodigios.
Tomada del blog Recogedor
Por el espíritu: Emmanuel
Psicografía:
Texto tomado del:
Libro "
NACER Y RENACER
".
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