Tenemos diversas formas de auxiliar: suprimir la penuria; extender la beneficencia; crear la generosidad; consolar al sufrimiento.
Existe sin embargo, una de ellas al alcance de todos y que puede ser largamente ejercida en cualquier lugar: el donativo de la calma en los momentos angustiantes de la vida.
Recuerda los bienes espirituales que consigues distribuir y no margines semejante recurso.
Delante de las reclamaciones y críticas, usa la tolerancia que establezca la armonía posible entre acusados y acusadores; recibiendo injurias y ofensas, silencia y olvida los desequilibrios de que por ventura te hiciste víctima, deteniendo calamidades de la delincuencia; ante la agresividad exagerada de alguien, guarda la serenidad que alivie corazones y pacifique ambientes; encontrando vehículos de discordia, emplea el entendimiento que aparte choques y conflictos capaces de suscitar acrimonia y perturbación.
En cualquier lance difícil de la existencia, dispones de la posibilidad de actuar benéficamente con los recursos de la bondad y de la comprensión que entreteje la garantía de la paz. Recuerda la chispa lanzada sin pensar cuando se transforma en fuego descontrolado y devorador.
Cualquier criatura, cuando se muestre actuando sin noción de responsabilidad puede generar incendios lamentables, destruyendo los más altos valores de la vida. Por eso mismo, donde estemos, seamos nosotros los bomberos de Dios.
Dictado por el espíritu: Emmanuel
Médium Francisco Cândido Xavier
Extraído del libro "Caminhos de Volta"
Médium Francisco Cândido Xavier
Extraído del libro "Caminhos de Volta"
Pintura de: Philip Barlow
Tomada del blog Recogedor
No hay comentarios:
Publicar un comentario