Probablemente, en lo cotidiano, habrás encontrado compañeros que te parecieron marginados ante la senda justa; los que se suponían demasiado virtuosos para contener las pasiones humanas, escarneciendo a los débiles, y cayeron en ellas, a la manera de pájaros engañados por la merienda en la trampa que los recogió; los que censuraban los errores del prójimo, basados en la ignorancia, y se arrojaron después en los despeñaderos de engaños peores; los que emprendieron jornadas redentoras, colocándote pesada carga en los hombros, apartándose de las obligaciones que prometieron honrar; y cuantos otros que aun, incapaces de vencer su propia inseguridad, descendieron de las eminencias del servicio espiritual, hacia aventuras turbulentas, llegando hasta la negación de la fe que afirmaban calentar.
Delante de todos ellos, los que desconsideraron a los demás, cogiendo por fin la desconsideración ajena, ante las situaciones complejas en que íntimamente se reconocen perjudicados e infelices, recuerda las dificultades de la propia sustentación espiritual; y, examinando las pruebas y los obstáculos de quien desea acatar las responsabilidades propias, dirige a todos los amigos, tal vez en luchas más graves que las tuyas, tus mejores pensamientos de paz y buen ánimo, a fin de que se restauren.
Espíritus egresados de experiencias amargas en otras existencias que el tiempo archivó para balance oportuno, todos aún cargarnos en las propias tendencias el riesgo de retorno a caídas pasadas, reclamando la bondad y la tolerancia de los demás, de modo que demandemos los caminos del frente.
Compartiendo la jornada humana, comprendamos que los compañeros juzgados caídos están desafiados por obstáculos y crisis muy difíciles de atravesar.
Y, en vez de agravarles los problemas, que mañana tal vez se hagan nuestros, sepamos ofrecerles la bendición de la oración cuando del todo no les podamos extender los brazos, recordando al Divino Amigo cuando nos aseveró, convincente:
- "En verdad no vine al mundo para curar a los sanos."
Pintura de: Beatriz Martin-Vidal
Tomada del blog Recogedor
Por el espíritu: Emmanuel
Psicografía:
Texto tomado del:
Libro "
NACER Y RENACER
".
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