La riqueza es lección,
La pobreza es prueba,
La lección enseña,
La prueba corrige.
La riqueza es posibilidad,
la pobreza es necesidad,
La posibilidad permite,
La necesidad dificulta.
La riqueza es martillo,
La pobreza es yunque,
El martillo educa,
El yunque ampara.
La riqueza es fuente,
La pobreza es suelo,
La fuente fecunda,
El suelo produce.
Ahora bien, si la lección no se extiende es orgullo enquistado.
Si la prueba no perfecciona es el látigo de la desesperación.
Si la posibilidad no auxilia a la victoria del bien, es camino al imperio del mal.
Si la necesidad no se aprovecha, es una puerta a la rebelión.
Si el martillo comanda en exceso, es mandarria destructora.
Si la fuente no corre es charco peligroso.
Si el suelo es perezoso, se forma un desierto inmenso.
Reconozcamos que riqueza y pobreza son siempre condiciones del progreso común y ajustadas en orden, en el trabajo constante serán por todas partes como fuerza divina levantando el alma humana, de la Tierra al Cielo, en sublime ascensión.
Pintura de: Park Hang-Ryul
Tomada del blog TODO POR EL ARTE
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