No pidas a los amigos espirituales para que te abran un filón de oro.
La fortuna inmerecida puede sepultarte el corazón en la cueva de la pereza.
No pidas a los benefactores de la Vida Mayor para que seas conducido al timón del poder.
La autoridad inoportuna puede acorralarte en el fuego de la violencia.
No pidas a los instructores de otras esferas que te ofrezcan secretos de la perfección corporal.
La belleza efímera puede situarte en el vicio.
No pidas a los mensajeros divinos el privilegio de la posesión.
La posesión mal conducida atrae los buitres de la usura.
No pidas a los compañeros desencarnados los adornos de la fama.
La fama, sin bases respetables, atrae las víboras de la calumnia.
No pidas a los emisarios del Señor los regalos del bienestar excesivo.
La esclavitud del bienestar excesivo atrae las langostas de la envidia.
Pide a todos ellos para que amparen tu perfeccionamiento porque, perfeccionándote a ti mismo percibirás que la existencia en la Tierra son prácticas en la escuela de la evolución, en donde el trabajo constante nos enseña a servir para merecer y a razonar para discernir.
Dictado por el espíritu: Emmanuel
Médium Francisco Cândido Xavier
Pintura de: Larisa Malysheva
Tomada del blog TODO POR EL ARTE
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