34- INQUIETUD
Si la inquietud pasó a dominarle el camino, piense en ella como un parásito corroyéndole la vida y trate de arrancarla en su propio beneficio.
Si la enfermedad le visita el cuerpo, no es con el fuego de la aflicción que usted colaborará en la propia cura y sí encarándola, con aceptación y tratamiento para a alejarla.
Si algún hecho desagradable le impuso aborrecimientos, pase por él y siga adelante, en su propia tarea, a manera de quien no necesita parar en el viaje por haber encontrado una piedra.
Si usted cometió muchos errores, admítalos, haciendo cuanto pudiere para no reincidir en ellos, pero recordando siempre que usted no es una entidad angélica y sí una criatura matriculada en la escuela humana.
Si el error de alguien es la causa de su inquietud, envíe pensamientos de paz y comprensión a ese alguien, sin violentarle los puntos de vista, de criatura incompleta, como usted mismo, en la escuela del mundo.
Si usted fracasó en alguna empresa, note que si usted prosigue trabajando, en breve, el fracaso le servirá de lección para mejoría y éxito.
Si usted espera situaciones que en el presente no consigue alcanzar, haga lo mejor que pueda, donde esté, y, sin duda, trabajando siempre, usted alcanzará el lugar que desea.
Si usted sufre críticas indebidas, quédese con su conciencia y deje a los demás los pensamientos y actitudes que pertenecen a ellos mismos.
Si usted recela. La vejez del cuerpo, recuerde que la existencia física, avanzada en el tiempo, no es la noche de hoy y sí la alborada de mañana.
Si la inquietud persiste en usted, busque envolverla con el calor del servicio, porque sirviendo, usted conseguirá olvidarse y, al olvidarse en el bien de los demás', usted estará en paz en la fuerza constructiva del bien.
Por el espíritu de: Andre Luiz
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La inquietud nada aporta, mejor analizar los pro y los contra de las situaciones con tranquilidad y calma. La inquietud corroe el alma y dificulta el avance.
ResponderEliminarMuy buen texto. Gracias por compartirlo.
Un cariñoso saludo