El Alquimista
“El guerrero aplica la disciplina y la compasión. Dios jamás abandona a sus hijos, pero los designios de la Providencia son insondables”.
Escogiendo con confianza, el guerrero de la luz siempre consigue equilibrar rigor y misericordia. Para alcanzar su sueño, necesita una voluntad firme, y una inmensa capacidad de entrega.
Aunque tenga un objetivo, no siempre el camino para llegar a él es el que imagina: por eso, el guerrero aplica la disciplina y la compasión. Dios jamás abandona a sus hijos, pero los designios de la Providencia son insondables.
En este sentido, para el guerrero de la luz no existe nada abstracto. Todo es concreto, todo le dice algo.
Él no permanece sentado cómodamente en su tienda, observando lo que sucede en el mundo, sino que acepta cada desafío como una oportunidad de transformarse a sí mismo.
Algunos de sus compañeros se pasan la vida quejándose de la falta de opciones, o murmurando sobre las decisiones ajenas. El guerrero, sin embargo, transforma su pensamiento en acción.
Algunas veces se equivoca, y paga –sin rechistar– el precio de su error. Otras veces se desvía del camino, y pierde mucho tiempo para retomar el rumbo original.
Pero un guerrero no se distrae, porque sabe lo que busca.
Tomando decisiones con valentía
Un guerrero de la luz no aplaza sus decisiones.
Reflexiona bastante antes de actuar, considera su preparación, su responsabilidad, y su deber hacia las personas que ama. Intenta mantener la serenidad, y analiza cada paso como si fuese el más importante.
Sin embargo, en el momento en el que toma una decisión, el guerrero sigue adelante: ya no le restan dudas sobre la elección que hizo, ni altera su recorrido porque las circunstancias sean diferentes a las que esperaba.
Todo lo que hace es adaptarse al camino, a veces actuando con la solidez de una roca, a veces dejándose llevar como las aguas de un río que sabe adónde va.
Si su decisión ha sido la correcta, vencerá el combate, aunque este se prolongue más de lo previsto.
Si su decisión estaba equivocada, será derrotado, y tendrá que recomenzarlo todo de nuevo –con más sabiduría.
Pero un guerrero de la luz, cuando comienza, llega hasta el final–.
Escogiendo con decisión
Un guerrero de la luz tiene las cualidades de una roca.
Cuando está en un terreno plano –con todo lo que le rodea en armonía– él se mantiene estable. Las personas pueden construir sus casas encima de lo que fue creado por él, porque la tempestad no será destructiva.
Sin embargo, cuando lo ponen en un terreno inclinado, y nada de lo que le rodea demuestra ningún respeto o equilibrio por su trabajo, él revela su fuerza, rodando en dirección al enemigo que amenaza su decisión. Sin crueldad, pero con decisión, el guerrero de la luz no se deja paralizar por sus adversarios.
Un guerrero de la luz piensa en el Buen Combate y en la paz al mismo tiempo, y sabe actuar de acuerdo a las circunstancias.
Texto retirado de: La Revista
Paulo Coelho é um homem Iluminado. Faz anos que o admiro....
ResponderEliminarO caminho da espiritualidade nos leva a conhecer os dois caminhos, mas os guerreiros de Deus precisam ser fortes para vencer as ciladas dos caminhos e se firmar como rocha no caminho da LUZ...
Deus abençoe Voce
Cléo Borges