
Hemos vivió todos los días del año que esta por terminar, y aun habiendo perdido grandes batallas, sobrevivimos. Eso ya es una victoria. Una victoria que costó momentos difíciles, noches de dudas, interminables días de espera. Desde los tiempos de nuestros abuelos y padres, celebrar un fin de año y el comienzo de uno nuevo forma parte del propio ritual de nuestras vidas.
Debemos enfrentar todas estas novedades con satisfacción, y no con miedo, porque de nada sirve temer lo que no se puede eludir. Un río no deja nunca de correr.
Feliz Noche Vieja y un Inconmensurable Año 2009.
Parabienes En Unión Familiar.
Parabienes En Unión Familiar.
Dios Te Bendiga Por Siempre.