La mascota del blog

miércoles, 30 de junio de 2010

Intrigas y Acusaciones

Cuanto sea posible, abstente de asuntos infelices.

Muchas veces, quien te habla contra los demás puede traer la imaginación enferma o super excitada.

Cuando alguien, por ventura, se te haga vehículo de alguna intriga, tanto es digna de compasión la persona que te trajo esa bomba verbal, como la otra que la habría creado.

Una frase imperfectamente oída será siempre una frase mal interpretada.

La criatura que se precipita en juicios erróneos, sobre ti, tal vez sea víctima de lamentable engaño.

Muchas personas de hábitos endurecidos en comentarios faltos de caridad, en torno de la vida ajena, están camino de tratamientos médicos, de los más graves.

Si traes la conciencia tranquila, las opiniones negativas efectivamente no te alcanzan.

Delante de críticas recibidas, observa hasta que punto son verídicas y aceptables, para que vayamos a rectificar en nosotros aquello que nos desagrada en los demás.

Conociendo algún desequilibrio en proceso, auxilia en silencio en aquello en que puedas cooperar sin alarde, sin referir a nadie, en cuanto al esfuerzo de reajuste que seas capaz de desenvolver.

Compadécete de los acusadores y ora, en favor de ellos, rogando a Dios para que sean favorecidos con la bendición de paz que deseamos para nosotros.

Pintura de: Ester Wilson, tomada del blog Daily Drawings

Por el espíritu de: Emmanuel
Texto retirado del: Libro "CALMA".

domingo, 27 de junio de 2010

Devoción y transformación

Por Paulo Coelho
El Alquimista

La plena conciencia

La llave de la paz es la plena conciencia. Cuando bebemos un vaso de agua con absoluta conciencia de lo que estamos haciendo...

Dice Thich Nhat Hanh (Buda viviente, Cristo viviente): “En toda tradición religiosa existe una práctica de devoción, y otra de transformación. Devoción significa confiar más en nosotros mismos, y en el camino que estamos siguiendo. Transformación supone poner en práctica los retos que este camino nos impone.

Si alguien se dice: “quiero estudiar medicina”, esta frase ejerce una poderosa influencia en su vida, incluso mucho antes de tener que matricularse en una facultad. La persona percibe este paso como algo positivo, y quiere avanzar en esa dirección. Ocurre lo mismo en cualquier tradición religiosa.

Thich Nhat Hanh explica que la llave de la paz es la plena conciencia. Cuando bebemos un vaso de agua con absoluta conciencia de lo que estamos haciendo, comprendemos lo que significa la palabra “iluminación”: tener la visión clara en relación a alguna cosa.

Además de ser conscientes de nuestros actos, debemos ser responsables de lo que hacemos. Eso no tiene nada que ver con la preocupación.

Vamos a partir en dos la palabra preocupación: pre-ocupación. Es decir, ocuparse de algo antes de que ocurra. Intentar resolver problemas que aún no han tenido tiempo de manifestarse. Suponer que las novedades siempre se presentan de la peor manera posible.

Desde luego, hay muchas excepciones. El héroe de esta pequeña historia representa una de ellas:

Un viejo rey de la India condenó a un hombre a la horca. Nada más concluir el juicio, el condenado pidió:

-Su majestad es un hombre sabio, y curioso respecto a todo lo que sus súbditos son capaces de hacer. Respeta a los gurús, a los sabios, a los encantadores de serpientes, a los faquires. Pues bien: cuando yo era niño, mi abuelo me transmitió cierta técnica para hacer volar a un caballo blanco. No existe nadie más en este reino que sepa hacer tal cosa, así que mi vida debería ser respetada.

El rey ordenó inmediatamente que trajeran un caballo blanco.

-Necesito pasar dos años junto a este animal– dijo el condenado.

-Tienes dos años, pues– respondió el rey, ya medio desconfiado. Pero si el caballo no aprende a volar, serás ahorcado.

El hombre salió de allí con el caballo, más alegre que unas castañuelas. Cuando llegó a su casa, se encontró a toda su familia deshecha en lágrimas.

-Pero, ¿te has vuelto loco?– gritaban todos- ¿Desde cuándo alguien sabe en esta casa cómo hacer volar a un caballo?

-No os preocupéis– les respondió. Para empezar, nadie ha intentado nunca enseñar a volar a un caballo, y tal vez aprenda.

En segundo lugar, el rey está muy viejo, y podría morir en el transcurso de estos dos años.

En tercer lugar, el animal también puede morir, de manera que yo conseguiría otros dos años para entrenar a un nuevo caballo. Eso sin contar con la posibilidad de revoluciones, golpes de Estado o amnistías generales.

Y en todo caso, aunque todo continúe tal y como está, yo habré ganado dos años de vida en los que puedo hacer todo lo que me apetezca. ¿Os parece poco?

Texto retirado de: La Revista

viernes, 25 de junio de 2010

La alegría de vivir sin culpa

En Tailandia, las sonrisas y las flores de loto son parte de la cultura nacional.
El Cuarto Ojo

Recientemente tuve la oportunidad de visitar el sudeste asiático, concretamente Tailandia, y observé una característica en su gente que merece analizarse.

En la cultura tai, amar lo que uno hace y elegir vivir cada día con alegría es visto como un valor social en sí. Los tailandeses tienen una actitud no culpable hacia la alegría, y eso es tan importante que han inventado una palabra para definirla: sanuk (algo así como ponerle alegría a lo que se hace).

Parte del atractivo que ha vuelto a Tailandia un destino turístico muy frecuentado es la hospitalidad de su gente. Esa hospitalidad tiene que ser, al menos en parte, la consecuencia de vivir la vida con alegría.

Me causó impresión ver una ciudad como Bangkok, de ocho millones de habitantes, con una sencilla alegría de vivir en sus rostros. Ese país es una tierra de sonrisas. Auténticas.

El fondo del asunto
En este punto, algunos lectores podrán pensar que estoy basándome en estereotipos o las impresiones alteradas que dejan las visitas cortas a un lugar. Pero si vemos el fondo de las raíces culturales tailandesas, se podría argumentar que sus sonrisas son en parte consecuencia de una práctica budista bien llevada. El budismo en su variante
Theravāda que se practica en ese país pone énfasis no tanto en el cumplimiento de las reglas, sino en la capacidad del ser humano de conectarse con su lado noble.

Hay religiones que piden cosas virtualmente imposibles de cumplir para la mayor parte de la gente, como que el sexo solo debe ser para reproducirse o que hay que participar de las ceremonias religiosas. El problema de las reglas que reprimen la naturaleza humana es que pueden dar a entender que obrar mal es inevitable. Muchos han malinterpretado la filosofía de perdón y compasión de Jesús, y la han convertido en un salvoconducto para obrar mal y después arrepentirse.

En contraste, el concepto de karma del budismo dice que la energía negativa de nuestras malas acciones se acumula en nosotros mismos. Pero de la misma manera, las buenas acciones y el amor generan una vibración positiva que purifica lo que dejan las malas acciones. El budismo motiva a las personas a actuar bien, pero usa un sistema positivo de motivación.

Diferentes visiones
El problema de las religiones que disuaden el mal con la amenaza de un infierno es que el mundo moderno nos ha vuelto escépticos y mucha gente simplemente ya no cree que exista un infierno. Somos una civilización que mantuvo cierto orden mientras duró su miedo. Y de pronto entramos en crisis de valores. Comparado con los países budistas, los occidentales somos actualmente muy poco espirituales.

Al otro lado del mundo, Sidarta Gautama, el creador del budismo, más que un líder religioso fue un estudioso de la naturaleza humana que hizo un excelente trabajo para saber qué debe y qué no debe exigir una religión. El budismo no combate la naturaleza humana; se adapta a ella.

Cuando portarse bien deja de ser una obligación, se vuelve un ejercicio de felicidad. ¿Y quién no quiere ser feliz? Cuando ayudar se convierte en una satisfacción espiritual interna, deja de ser necesario el sacrificio. Cuando en lugar de pedirnos que vivamos sacrificándonos, una religión nos enseña que ser feliz es en sí algo positivo (y no algo para sentirse culpable), esa religión deja de ser percibida como algo caduco. En Tailandia me encontré con muchos intelectuales y gente joven que respetan y admiran la lógica detrás del budismo, y de hecho llevan vidas espirituales.

¿Conclusiones?
Sin necesidad de convertirnos al budismo, propongo que aprendamos de la funcionalidad de un modelo que pone más énfasis en la ética de fondo y menos en la formalidad y el cumplimiento de reglas. Después de todo, Jesús habló de compasión con quienes dependen de nosotros. Y los registros históricos lo sitúan como un adelantado a su tiempo que reivindicó el amor por encima de reglas y complicados ritos. Los tiempos modernos exigen una ética más auténtica. Es hora de hacer una revisión profunda de nuestros valores.

Texto retirado de: eluniverso.com

miércoles, 23 de junio de 2010

Conquista de Paz

En muchas ocasiones, especialmente cuando se te agravan las situaciones difíciles, preguntas sin certeza, como conquistar serenidad, la manera de varar los obstáculos del día a día.

Imagínate en el lugar de aquellos que te hacen motivos de irritación y examínate un poco más.

Si, en tu grupo de trabajo, desempeñases la función de jefe, atormentado de problemas y conflictos, estarías tal vez en las más duras condiciones de intemperancia mental, cuando eso acaso aconteciese.

En caso te vieses en la posición de subalterno, enfrentando, a veces, amargos dramas domésticos, es probable que evidenciases más lentitud en el servicio de hacer, cuando eso viniese a suceder.

Considerando la posibilidad de que fueses el enfermo que te incomoda, cuando eso se verifique, seguramente no te reconocerías con menos intolerancia delante del sufrimiento.

En la hipótesis de que hayas sufrido las largas tentaciones de la criatura juzgada en error, es posible que hubieses descendido al más bajo nivel.

Si te notases en la posición enfermiza de la persona que te ofendió, ignoras si no habrías herido a alguien con más ímpetu.

Analicémonos, a través de los lentes de la introspección y nos reconoceremos inmensamente distante de la condición de los ángeles.

Eso nos enseñará que los compañeros con los cuales convivimos no siempre conseguirán presentar, por el momento, cualidades que aún no poseemos y razonamientos más profundos nos harán sentir la necesidad de calma y tolerancia, de unos para con los otros, en todos los momentos inquietantes de la vida.

Pintura de: Karin Jurick, tomada del blog A Painting Today

Por el espíritu de: Emmanuel
Texto retirado del: Libro "CALMA".

lunes, 21 de junio de 2010

Leyendas cristianas

Por Paulo Coelho
El Alquimista

Renovación y salvación

El ejemplo de un trabajo hecho con amor y eficiencia es el primer semillero para el cambio.

Nada más expirar en la cruz, el Hijo de Dios se dirigió directamente al infierno para salvar a los pecadores.

El demonio se entristeció muchísimo.

-Me he quedado sin función en este universo –dijo Satanás–. A partir de ahora, todos los marginales, los que transgredieron los preceptos, cometieron adulterio o infringieron las leyes religiosas, ¡todos serán perdonados y podrán ir directamente al paraíso!
Jesús lo miró y sonrió:

-No te lamentes. Aquí vendrán todos los que, creyéndose muy virtuosos, condenan sin cesar a los que no siguen mi palabra.
Espera unos pocos siglos y ya verás cómo el infierno acaba mucho más lleno que antes.

El monasterio puede acabar
El monasterio pasaba por tiempos difíciles; el mundo había cambiado: se decía que Dios era apenas una superstición, la Iglesia tenía problemas innumerables, y los jóvenes ya no querían ser novicios. Algunos se marcharon para estudiar sociología, otros empezaron a leer tratados de materialismo histórico, y poco a poco la pequeña comunidad que restó fue haciéndose a la idea de que habría que cerrar el convento.

Los monjes más veteranos fueron muriendo uno a uno. Cuando el último de estos estaba a punto de entregar su alma al Señor, llamó a su lecho de muerte a uno de los pocos novicios que aún quedaban.

-He tenido una revelación –le dijo–. Este monasterio fue elegido para algo muy importante.
-Qué pena –respondió el novicio–. Porque apenas quedamos cinco muchachos y no nos damos abasto para realizar todas las tareas, así que nos sería imposible llevar a cabo algo importante...

-Pues sí que es una pena. Porque, aquí en mi lecho de muerte, se me ha aparecido un ángel, y yo he comprendido que uno de vosotros cinco estaba destinado a convertirse en un santo.

Dijo estas palabras, y murió.

Durante el entierro, los muchachos se miraban entre sí, espantados. ¿Cuál habría sido el escogido? ¿El que más ayudaba a los habitantes de la aldea? ¿El que solía rezar con una devoción especial? ¿O el que predicaba con tal entusiasmo que hacía saltar las lágrimas de los que lo escuchaban?

Impresionados por el hecho de que hubiera un santo entre ellos, los novicios decidieron retrasar un poco el final del convento, y comenzaron a trabajar duro, a predicar con entusiasmo, a reconstruir las paredes caídas, a practicar la caridad y el amor.

Cierto día, un joven apareció a la puerta del convento: estaba impresionado con el trabajo de los cinco novicios, y estaba dispuesto a ayudarlos. En menos de una semana, otro joven hizo lo mismo. Poco a poco, el ejemplo de los novicios se hizo conocido en toda la región.
-Los ojos les brillan –le decía un hijo a su padre–, pidiéndole permiso para entrar al monasterio.

-Ellos hacen las cosas con amor –le comentaba un padre a su hijo–. ¿No ves cómo el monasterio está más bonito que nunca?

Diez años más tarde, ya había más de ochenta novicios. Nunca se llegó a saber si el comentario del anciano había sido sincero o si este había dado con una fórmula para lograr que el entusiasmo le devolviese al monasterio su dignidad perdida.

Texto retirado de: La Revista

sábado, 19 de junio de 2010

Evitando Inquietudes

Considerando que la inquietud en nosotros genera inquietud en aquellos que nos rodean, revisemos, por lo menos de cuando en cuando, las inducciones que nos puedan llevar a la intranquilidad.

Recuerda que todos nosotros, los espíritus encarnados o desencarnados, en evolución en la Tierra, aún estamos lejos de la condición de espíritus perfectos.

Es casi imposible seguir sin errores en la jornada, pero es preciso reconocer que la Divina Providencia jamás nos niega recursos para corregirlos.

Acéptate como eres y donde estás, a fin de que consigas caminar con seguridad para lo que debes ser y para la mejor condición que te corresponda alcanzar.

Consulta el pasado, como archivo de informaciones que te facilite los movimientos en rumbo seguro, pero no te prendas a recuerdos de carácter negativo, porque hoy es el día de construir el mañana con el material seleccionado del que dispongas en el campo de la experiencia.

Libera la capacidad de comprender y perdonar con que el Creador nos dotó a cada uno, para que de acción y opinión, en las áreas de trabajo en que te ves, no te causen desequilibrios.

No creas tanto en enfermedad y cansancio que te impidan servir al prójimo, trabajando un poco más.

Auxiliar desinteresadamente a los semejantes será siempre la base de cualquier mejoría.

Cultivemos el respeto a nosotros mismo, sin el cual no se sabe de que modo adquirir el respecto de los demás.

Confiemos en Dios, por encima de todo, pero, sin olvidarnos, de que Dios confía igualmente en cada uno de nosotros.

Pintura de: TWKeller, tomada del blog Weekly Moleskine

Por el espíritu de: Emmanuel
Texto retirado del: Libro "CALMA".

miércoles, 16 de junio de 2010

Colaboradores

Obreros en la edificación del Mundo Mejor no trabajan solos.

Nadie realiza algo en beneficio de todos, sin el concurso de alguien.

Con semejante realidad, surge el problema de la construcción de los colaboradores para aquel trabajador que consigue penetrar más ampliamente en el espíritu de responsabilidad, exigiendo en el levantamiento de las buenas obras.

Si te encuentras en la conducción de empresas ligadas al interés general, en la orientación de un equipo destinado a servir, en el amparo a ciertos círculos de criaturas, empeñadas en el socorro al prójimo o en la supervisión de una familia de compañeros que se dirigen hacia la integración, en el conocimiento superior, ármate de paciencia y comprensión, a fin de que no aplastes preciosos valores que te servirán mañana de apoyo e incentivo, continuidad y sobrevivencia.

Recuerda al labrador que prepara el suelo, siembra, defiende la plantación que se inicia, suministra el abono adecuado, le garantiza los beneficios de la irrigación y la protege, hasta que los frutos se le yergan en recompensa al trabajo de cautelosa formación.

Cooperadores no nacen hechos.

Ni Cristo los tuvo.

Simón Pedro ganó fortaleza, después de la negación. Tomás adquirió confianza, enseguida a los sufrimientos de la duda. Judas comprendió las lecciones del Evangelio, a precio de lágrimas. Paulo de Tarso fue reclutado al servicio de la Buena Nueva, en un campo adverso, donde la crueldad pautaba lo cotidiano.

Entretanto, Jesús, a todos modeló con serenidad y amor, esculpiendo en cada uno la fidelidad hasta el sacrificio.

Si pretendes la adquisición de compañeros que te extiendan la tarea y te aseguren estabilidad, ama y bendice aquellos corazones aún verdes en el entendimiento que las circunstancias de la vida te confían, en nombre del Señor.

Aprende a disculpar y auxiliar, a instruir y amparar siempre, a fin de que tus ideales y realizaciones de hoy vayan a encontrar el apoyo necesario para proseguir mañana.

Pintura de: Katelyn Alain, tomada del blog Women Painting Women

Por el espíritu de: Emmanuel
Texto retirado del: Libro "CALMA".
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