La mascota del blog

miércoles, 29 de abril de 2009

Respostas da Vida


       8. Tema Sempre Nosso
Todos nós encontramos problemas.
E a vida sempre nos oferece soluções através do próximo.
O outro:
é o seu público;
o seu cliente;
o seu leitor;
o seu mentor;
o seu discípulo;
o seu enfermeiro;
o seu fornecedor;
o seu avalista;
e o seu fiscal.
Dos outros obtemos:
o apoio ao trabalho;
o conforto nas provações;
o convite ao progresso;
a lição na experiência;
o socorro nas crises;
a advertência no erro;
o estímulo ao serviço;
o desafio ao aperfeiçoamento;
a cooperação na tarefa;
e o amparo à própria sustentação.
Quando a lei nos observa:
"Ame o próximo", está nos avisando que auxiliar aos outros será 
realmente auxiliar a nós mesmos.

       Autoria Espiritual: André Luiz

       Psicografia: Francisco Cândido Xavier

viernes, 24 de abril de 2009

Día Mundial del Animal de Laboratorio: 24 de abril




Mañana, muchos defensores de los animales se unirán para conmemorar una fecha especial que no todos saben que existe pero que ha sido establecida para recordar y crear conciencia sobre la importancia de frenar los experimentos con animales.

Esta jornada, dada a conocer como el Día Mundial del Animal de Laboratorio, será evocada en Argentina con un acto puesto en marcha en la ciudad de Buenos Aires por los integrantes de la agrupación AnimaNaturalis. En España, la cuestión ya viene dando qué hablar ya que, a fines del año pasado, la Comisión Europea propuso una ley  basada en el control y la regulación de los experimentos con animales que, por estos días, está siendo analizada por los miembros del Parlamento Europeo y los gobiernos de la región.

El 24 de abril, pues, es una excelente oportunidad para reflexionar como sociedad sobre la importancia de ponerle fin a este tipo de pruebas que terminan con la vida de más de 300 millones de animales por año ya que casi la totalidad de los ejemplares utilizados no tienen posibilidades de sobrevivir: muchos de ellos mueren a causa de los ensayos científicos, mientras que otros son sacrificados para ser sometidos a un examen post-mortem.

El Día Mundial del Animal de Laboratorio, como resulta evidente, no gira en torno a un sentimiento de alegría como puede ocurrir, por ejemplo, al celebrar el Día del Animal, una jornada en la que muchos de nosotros acostumbramos homenajear a nuestras mascotas, sino que encierra un propósito vinculado a la toma de conciencia y a la necesidad de actuar frente a estas injusticias a las que son sometidas muchas especies por el afán humano de testear productos de cosmética y químicos industriales, entre otros.

Foto: Flickr

Retirado de: http://animalesmascotas.com/

jueves, 23 de abril de 2009

DIA MUNDIAL DO LIVRO – 23 DE ABRIL.

O Dia Mundial do Livro é comemorado, desde 1996 e por decisão da UNESCO, a 23 de Abril. Trata-se de uma data simbólica para a literatura, já que, segundo os vários calendários, neste dia faleceram importantes escritores como Cervantes e Shakespeare. 
A ideia da comemoração teve origem na Catalunha: a 23 de Abril, dia de São Jorge, uma rosa é oferecida a quem comprar um livro. Mais recentemente, a troca de uma rosa por um livro tornou-se uma tradição em vários países do mundo.
Neste dia, não deixes de ir à biblioteca e ver as nossas sugestões de leitura.
  

 
fonte: UNESCO (Anne Mabille e Marie Cheneval) - adaptação (Port.)
 
Acesso ao cartaz (em inglês e francês) do Dia Mundial do Livro e do Direito de Autor (2009).
Agrupamento Vertical de Escolas de Vila Pouca de Aguiar Sul

 

miércoles, 22 de abril de 2009

Planeta Agua


Enrique Naula Barreiro

Un día como hoy hace treinta y nueve años, el senador americano Gaylord Nelson logró que cerca de veinte millones de personas –en su mayoría jóvenes de las universidades y colegios de  Estados Unidos– acudan simultáneamente a su llamado de atención por los daños ocasionados al planeta.  Desde entonces la popularidad del 22 de abril ha venido creciendo año a año, aún más impulsado por el dinamismo de las comunicaciones de las recientes décadas, tanto así que se estima que más de ciento setenta países celebran hoy oficialmente el Día de la Tierra.  Nuestro planeta está lleno de vida, por lo que lo más sensato es pensar que –así como sus componentes– tampoco es  inmortal. Es mejor no verlo como eterno, de esta manera lo apreciamos más y nos obligamos a cuidarlo. Es también una realidad que no ha bastado asignarle un día en el calendario para detener su desgaste. El ser humano es el depredador del mundo, ningún otro animal le hace tanto daño. Sin embargo, es justo también afirmar que el hombre es tan parte de la naturaleza, como lo es un colibrí. No se nos puede culpar por no vivir como vive un oso o una mariposa, simplemente aceptando el mundo tal como nos fue entregado. Todo lo que el hombre ha descubierto o inventado lo ha hecho con recursos de este mismo planeta. Los inventos de la humanidad son el fruto de su innato genio, tal como lo es el fruto de un árbol.

El cerebro humano y su poder son tan naturales como lo son los ojos de un búho. Así como un litro de agua de mar es tan natural como un litro de petróleo crudo.  La inteligencia humana logró a través de los hidrocarburos generar energía, que sirvió para calentar millones de hogares atacados sin misericordia por crudos inviernos o transportarnos a lugares inalcanzables para cualquier otra especie. El problema no son los inventos, sino lo que hacemos con ellos. Y peor aún cuando nos aferramos a sus beneficios económicos más que al beneficio social que generan. El crecimiento  poblacional hará irremediable que el daño al planeta sea progresivo. Nuestra tarea es hacer todo lo necesario para prolongar su existencia hasta el más remoto de sus límites.

La conciencia es el mejor antídoto para combatir los impulsos depredadores humanos. Es por ahí por donde se debe comenzar: haciendo conciencia. Hemos hecho lo posible para dividir territorios, marcar fronteras, construir muros, nombrar océanos sin querer ver lo obvio: que somos una sola gran masa. Tenemos que hacernos menos humanos y más planetarios. La Tierra alberga una diversidad esplendorosa de formas de vida que están interconectadas entre sí, y cada acción individual de cualquiera de ellas influye en el bienestar de las demás. La creatividad humana debe lograr el balance necesario para vivir y dejar vivir. El petróleo ya cumplió su función y su ciclo. Prolongar su uso es mantenerse en el funesto triángulo vicioso. 

 Nuestro planeta merece incluso otro nombre. Los antiguos motivos por el cual se lo llamó Tierra se enfrentan con la realidad actual. Se escogió la diosa griega Gea para nombrarlo pensando que había más tierra que mar, porque no sabían la cantidad de agua que los rodeaba. Si las naciones y sus pueblos a través de los siglos han ido cambiando su nombre, no hay motivo por el cual tengamos  que someter  al mundo toda su vida a llevar un apelativo que no encaja con su personalidad. El mundo merece un nombre más transparente y que logre transmitirnos con frescura su íntima vitalidad.  

Al Planeta Agua, solo por su nombre, ya provoca consentirlo más.

http://www.eluniverso.com/2009/04/21/1/1363/8BF578BE62AD4BF9A4A64FCEF9C46080.html

domingo, 19 de abril de 2009

Cuestionando la búsqueda

                                              http://paulocoelhoblog.com/

¿Y los malos discípulos?  

Un discípulo preguntó al maestro Firoz: 

La simple presencia de un maestro hace que toda clase de curiosos  se aproximen para descubrir algo que les pueda beneficiar. ¿No podría ser esto perjudicial o negativo? ¿No puede esto desviar al maestro de su camino o hacer que sufra porque no  consiguió enseñar lo que quería?

Firoz, el maestro sufí, respondió a ello: 

- La visión de un  árbol cargado de frutas despierta el apetito de todos los que pasan por su lado. Si alguien desea saciar su hambre, más allá de su capacidad, termina comiendo más fruta de la necesaria, y se encuentra mal. Sin embargo, esto no causa ningún tipo de indigestión al dueño del árbol. Lo mismo sucede con la búsqueda. El camino tiene que estar abierto para todos: “pero Dios se encarga de colocar los límites de cada uno”.

Respetando los límites

Un arquero caminaba por los alrededores de un monasterio hindú, conocido por la dureza de sus enseñanzas, cuando vio a los monjes en el jardín... bebiendo y divirtiéndose.

– ¡Qué hipócritas son los que buscan el camino de Dios! –comentó el arquero en voz alta-. ¡Dicen que la disciplina es importante y se embriagan a escondidas!

– Si disparas cien flechas seguidas, ¿qué le ocurrirá a tu arco? – preguntó el más anciano de los monjes.

– Mi arco se romperá. – Si alguien se esfuerza más allá de sus límites, también acaba rompiendo su fuerza de voluntad. El que no equilibra el trabajo con el descanso pierde el entusiasmo, agota su energía y no llega muy lejos.

La ciudad escondida

Un eremita del monasterio de Sceta se aproximó al abad Teodoro:
– Sé perfectamente cuál es el objetivo de la vida. Sé lo que Dios le pide al hombre, y conozco la mejor manera de servirlo. Y, a pesar de eso, soy incapaz de realizar todo lo que debería estar haciendo para servir al Señor.
El abad Teodoro permaneció en silencio. Finalmente dijo:

– Tú sabes que existe una ciudad al otro lado del océano. Pero aún no has encontrado el barco, no has puesto tu equipaje a bordo, ni has cruzado el mar. 
¿Para qué pasar el tiempo comentando cómo es dicha ciudad, o cómo debemos caminar por sus calles?

Conocer el objetivo de la vida, o la mejor manera de servir al Señor, no basta. 
Pon en práctica lo que piensas, y el camino se mostrará por sí mismo.

http://www.eluniverso.com/2009/04/19/1/1380/6A22E87A0084480AB62F19F9CA3BA2A4.html

jueves, 16 de abril de 2009

Respuestas de la vida.


7- REGALOS DE AMOR

Cuando haya beneficiado a alguien, consolide su bondad con el silencio, sobre la dádiva que hizo para que no humille a quien la recibe.

*

No se oponga en contra de quien hable por el placer de contradecirle.

*

De información sin despreciar a quien la pida.

*

Hable sin aparentar ser mejor que el que tenga delante.

*

Acostúmbrese a evitar peleas para no herir susceptibilidades de quien le escucha.

*

Tolere el apunte menos acertado de algún amigo, sin irritarse ni vengarse.

*

Cultive la paciencia en los momentos difíciles, no agravando tribulaciones y problemas.

*

No tiente al corazón ajeno con promesas que no desea y no pueda cumplir.

*

Realice el bien por la alegría de servir, sin cobrar tributos de gratitud.

*

No exija la cooperación de los demás en tareas que pueda realizar por si mismo.

*

Esparciendo estos regalos de amor, estará efectuando, en la organización de cambios de la vida, sus mejores inversiones de paz y felicidad.

 

Por el espíritu de: Andre Luiz

Psicografía: Francisco Cándido Xavier

martes, 14 de abril de 2009

La distancia entre los raíles.


En cierta ocasión, mientras esperaba a mi editora polaca en una estación de tren, sin nada más que hacer en absoluto, me puse a elucubrar cuál sería la distancia que había entre los raíles. Finalmente decidí preguntarle a un trabajador de la estación:

– Están a 143,5 centímetros.
La respuesta me pareció extrañísima y absurda. Lo lógico habrían sido 150 centímetros, o algún otro número redondo, claro, fácil de recordar por los constructores y los empleados.
– ¿Y eso por qué? – le insistí al trabajador.
– Porque eso es lo que hay entre las ruedas de los vagones.
– Pero las ruedas de los vagones se separan así por la distancia que hay entre los raíles, ¿no le parece?
– Mire: las cosas son así, y punto.

Entonces no lo sabía, pero aquella situación originaría en parte uno de mis libros (El Zahir); ¿hasta qué punto las cosas son de cierta manera porque sí? En el caso concreto de las vías, resolví buscar una respuesta, sin grandes esperanzas de dar con ella. Para mi sorpresa, me topé con más de dos mil páginas dedicadas al asunto. Una de las explicaciones más interesantes –y más simbólicas– es la siguiente:

Al principio, cuando construyeron los primeros vagones de tren, usaron las mismas herramientas que se empleaban para la construcción de carruajes. 

¿Y por qué los carruajes tenían esa distancia entre las ruedas? Porque las antiguas carreteras se realizaron con esta medida.

Ahora bien, ¿quién decidió que las carreteras debían tener esta anchura? La respuesta nos remonta a un pasado distante: los romanos, grandes constructores de carreteras, fueron quienes lo decidieron.

¿Y cuál fue la razón? Dos caballos tiraban de los carros de guerra de la época – y al poner lado a lado dos animales de la raza más extendida en ese tiempo, ocupaban 143,5 cm. 

De esta manera, vemos que el ancho de vía usado por modernísimos trenes de alta velocidad fue determinado por los romanos. Cuando los emigrantes fueron a los Estados Unidos para construir el ferrocarril, no se preguntaron si sería mejor modificar la anchura, y siguieron el mismo modelo. Esto llegó a afectar incluso a la construcción de transbordadores espaciales: los ingenieros norteamericanos consideraban que los tanques de combustible debían ser más anchos, pero se fabricaban en Utah, y debían ser transportados por tren hasta el Centro Espacial de Florida, a través de túneles que no permitirían el paso de nada diferente. 
Conclusión: tuvieron que resignarse a lo que los romanos habían elegido como medida ideal.

Descubrí también que, para complicar aún más la vida de todo el mundo, hay países vecinos que usan anchos de vía diferentes, de manera que un tren tiene que parar en la frontera y pasarle todo su cargamento a otro (aunque Francia tiene establecido un ancho de 1,43 m, la distancia entre raíles en España es de 1,67 m). 

Mi abuelo, que era ingeniero del Ferrocarril Central de Brasil, contaba que en Brasil ocurría lo mismo. Fui a comprobarlo en la Internet, y vi que tenía razón: tenemos cuatro anchos diferentes: el francés, el español, 25.000 kilómetros con un metro de ancho (esto sí que no logré comprenderlo) y unos pocos kilómetros con 0,76 centímetros entre los raíles.

¿Y todo esto qué tiene que ver con la vida? Pues todo. En un momento dado de la historia, alguien apareció y dijo: debéis comportaros de esta manera. No importa si eso sucedió en un pasado remoto: sabemos que los romanos decidieron el tamaño de las carreteras y nadie decidió cambiar las cosas en todo este tiempo. De la misma manera, muchas cosas en nuestras vidas tienen que cambiar, pero no encontramos el valor necesario.

Mientras no lo encontremos, tendremos que seguir sonriendo en las fotos, jurando amor eterno, pensando que la universidad es la meta de todo el mundo, cambiando de moda con cada estación, y teniendo esta increíble dificultad para que el tren de nuestra vida transite por lugares donde la medida de los valores es otra. 
 http://www.eluniverso.com/2009/04/12/1/1380/6EFEB0BA9CEF498B85DBFD033F715F80.html 

viernes, 10 de abril de 2009

JUDAS ISCARIOTES

Por el espíritu de: Humberto de Campos.

Silencio augusto cae sobre la Ciudad Santa. La antigua capital de Judea parece dormir su sueño de muchos siglos. Más allá descansa Getsemaní, donde el Divino Maestro lloró en una larga noche de agonía, acullá está el Gólgota sagrado y en cada cosa silenciosa hay un trazo de la Pasión que las épocas guardarán para siempre. Y, en medio de todo el escenario, como un velo cristalino de lágrimas, pasa el Jordán silencioso, como si sus aguas mudas, buscando el Mar Muerto, quisiesen esconder de las cosas tumultuosas de los hombres los secretos insondables del Nazareno. 

Fue así, en una de estas noches que vi Jerusalén, viviendo su eternidad de maldiciones. 

Los Espíritus pueden vibrar en contacto directo con la historia. Buscando una relación íntima con la ciudad de los profetas, procuraba observar el pasado vivo de los Lugares Santos. Parece que las manos iconoclastas de Tito pasaran por allí como ejecutoras de un decreto irrevocable. Por todas partes aún persiste un soplo de destrucción y desgracia. Legiones de duendes, embozados en sus vestimentas antiguas, recorren las ruinas sagradas y en medio de las fatalidades que pesan sobre el emporio muerto de los judíos, no oyen los hombres los gemidos de la humanidad invisible.

En las márgenes calladas del Jordán, tal vez no lejos del lugar sagrado, donde el Precursor bautizó a Jesucristo, divisé a un hombre sentado sobre una piedra. De su expresión fisonómica se irradiaba una simpatía cautivante.

—¿Sabe quién es éste? — murmuró alguien a mis oídos. — Éste es Judas.

—¡¿Judas?!…

—Sí. Los Espíritus aprecian, a veces, no obstante el progreso que ya alcanzaran, volver atrás, visitando los sitios donde se engrandecieran o prevaricaran, sintiéndose momentáneamente transportados a los tiempos idos.

Entonces sumergen el pensamiento en el pasado, regresando al presente, dispuestos al heroísmo necesario del futuro. Judas acostumbra venir a la Tierra, en los días en que se conmemora la Pasión de Nuestro Señor, meditando en sus actos de antaño…

Aquella figura de hombre me magnetizaba. Yo no estoy aún libre de la curiosidad del reportero, mas entre mis maldades de pecador y la perfección de Judas existía un abismo. Pero, mi atrevimiento y la santa humildad de su corazón, se unieron para que yo lo acaparase, procurando oírlo.

—¿Realmente, es usted el ex hijo de Iscariotes?

—Sí, soy Judas — respondió aquel hombre triste, enjugando una lágrima en los dobleces de su larga túnica.

Como el Jeremías, de las Lamentaciones, contemplo a veces esta Jerusalén arruinada, meditando en el juicio de los hombres transitorios…

—¿Es verdad todo cuanto reza el Nuevo Testamento con respecto a su personalidad en la tragedia de la condenación de Jesús?

—En parte…Los escribas que redactaron los evangelios no atendieron a las circunstancias y a las intrigas políticas que predominaron por encima de mis actos en la nefasta crucifixión. Poncio Pilatos y el tetrarca de Galilea, además de sus intereses individuales en la cuestión, aun tenían a su cargo salvaguardar los intereses del Estado romano, empeñado en satisfacer las aspiraciones religiosas de los ancianos judíos. Siempre la misma historia. El Sanedrín deseaba el reino del cielo peleando por Jehová, a hierro y fuego; Roma quería el reino de la Tierra.

Jesús estaba entre esas fuerzas antagónicas con su pureza inmaculada. Ahora bien, yo era uno de los apasionados por las ideas socialistas del Maestro, pero mi excesivo celo por la doctrina me hizo sacrificar a su fundador. Por encima de los corazones, yo veía la política, única arma con la cual podría triunfar y Jesús no obtendría ninguna victoria. Con sus teorías nunca podría conquistar las redes del poder ya que, en su manto de pobre, se sentía poseído de un santo horror a la propiedad. Planeé entonces una rebelión sorda como se proyecta hoy en día en la Tierra la caída de un jefe de Estado. El Maestro pasaría a un plano secundario y yo reclutaría colaboradores para una obra vasta y enérgica como la que hizo más tarde Constantino Primero, el Grande, después de vencer a Maxencio a las puertas de Roma, lo cual, por lo demás, apenas sirvió para desvirtuar el Cristianismo. Pues, entregando al Maestro a Caifás, no juzgué que las cosas llegasen a un fin tan lamentable y, atormentado de remordimientos, presumí que el suicidio era la única manera de redimirme a sus ojos.

—¿Y llegó a salvarse por el arrepentimiento?

—No. No lo conseguí. El remordimiento es una fuerza preliminar para los trabajos reparadores. Después de mi muerte trágica me hundí en siglos de sufrimientos expiatorios de mis faltas. Sufrí horrores en las persecuciones infligidas en Roma a los adeptos de la doctrina de Jesús y mis pruebas culminaron en una hoguera inquisitorial, donde, imitando al Maestro, fui traicionado, vendido y usurpado. Víctima de la felonía y de la traición dejé en la Tierra los últimos resquicios de mi crimen, en la Europa del Siglo XV. Desde ese día, en que me entregué por amor al Cristo a todos los tormentos e infamias que me degradaban, con resignación y piedad por mis verdugos, cerré el ciclo de mis dolorosas reencarnaciones en la Tierra, sintiendo en la frente, el ósculo de perdón de mi propia conciencia…

—Y hoy está meditando en los días que se fueron… — pensé con tristeza.

—Sí… estoy recapitulando los hechos tal y como pasaron. Y ahora, hermanado con él, que se halla en su luminoso Reino de las Alturas que aún no es de este mundo, siento en estos caminos la señal de sus divinos pasos. Lo veo aún en la cruz entregando a Dios su destino… Siento la clamorosa injusticia de los compañeros que lo abandonaron enteramente y me viene una recordación cariñosa de las pocas mujeres que lo ampararon en el doloroso transe… En todos los homenajes prestados a Él, yo soy siempre la figura repugnante del traidor… Observo complacientemente a los que me acusan sin pensar si pueden lanzar la primera piedra… Sobre mi nombre pesa la maldición milenaria, como sobre estos lugares llenos de miseria y de infortunio. Pero, en lo personal estoy saciado de justicia, porque ya fui absuelto por mi conciencia en el tribunal de los suplicios redentores.

—En cuanto al Divino Maestro —continuó Judas con sus lamentos— infinita es su misericordia y no sólo para conmigo, porque si recibí treinta monedas, vendiéndole a sus verdugos, hace muchos siglos que Él está siendo criminosamente vendido en el mundo al mayor y al pormenor, por todos los precios, en todos los patrones del oro amonedado…

—Es verdad — concluí — y los nuevos negociadores del Cristo no se ahorcan después de venderlo.

Judas se apartó tomando la dirección del Santo Sepulcro y yo, confundido en las sombras invisibles para el mundo, vi que en el cielo brillaban algunas estrellas sobre las nubes parduscas y tristes, mientras el Jordán rodaba en su quietud como una sábana de aguas muertas, procurando un mar muerto. 

Retirado de: Anuario Espírita.2004. (Comunicación recibida por el médium Francisco Cândido Xavier, en Pedro Leopoldo, Minas Gerais, Brasil, el 19 de abril de 1935, transcripta de Palabras del Infinito, LAKE — Librería Allan Kardec Editora, Pp. 26- 29)


miércoles, 8 de abril de 2009

RESPUESTAS DE LA VIDA


6 – RESPUESTAS EN EL CAMINO

Teniendo su conciencia tranquila, en los deberes que la vida le dio a cumplir, puede y debe vivir su vida tranquila, sin necesidad alguna de ser infeliz.

*

Auxilie a los demás sin afligirse demasiado con los problemas que tengan, porque ellos mismos desean solucionarlos por si mismos.

*

No se fije tan intensamente en los aspectos exteriores de los acontecimientos y, si, ponga su visión interna en los hechos en curso, a fin de que, la comprensión le aclare el raciocinio.

*

Dedíquese a su trabajo con todos los recursos disponibles, reconociendo que si hubiere alguna necesidad de modificación en sus actividades, su propia tarea le hará sentir eso sin palabras.

*

Si experimentó algún fracaso en la ejecución de sus ideales, no se culpe, reflexionando en la mejor manera de corregirlo.

*

Si realiza correctamente su trabajo, sus clientes vendrán desde lejos para procurar el valor de su experiencia y su concurso.

*

En cualquier indecisión, valore la opinión de los amigos que le hablen del asunto, pero conserve la convicción de que la decisión final será siempre suya.

*

Una actitud de simpatía con el prójimo es siempre una puerta abierta en su auxilio ahora y en el futuro.

*

Aun en las horas aflictivas, procure actuar con serenidad y discernimiento, porque de todo lo que hagamos recogeremos siempre.

*

La disculpa ante las faltas de que haya sido víctima, es acción en su propio beneficio.

*

Cuando aumenten sus pruebas y sus dificultades, tenga paciencia y optimismo, trabajando y sirviendo, con la certeza de que Dios hace siempre lo mejor para nosotros.

 

Por el espíritu de: Andre Luiz

Psicografía: Francisco Cándido Xavier

domingo, 5 de abril de 2009

Un diálogo sobre la autocompasión

http://paulocoelhoblog.com/

– Bernard Shaw sí que tiene razón. Él afirmó que las personas sienten un placer enfermizo al quejarse constantemente de las condiciones en las que viven. Yo pienso lo mismo: los verdaderos hombres y mujeres son los que crean las condiciones ideales.

– ¿Cómo se puede hacer tal cosa?
– Un sabio chino ya dio la solución hace miles de años: hay que cumplir cinco puntos. No obstante, antes de extenderme sobre estos cinco puntos es necesario saber que hay que comenzar por respetarse a uno mismo, y por concentrarse en lo que deseamos.

– ¿Cómo sabemos lo que deseamos?
– Cuando nos sentimos bien al realizar determinada tarea. Por consiguiente, todo lo que nos hace perder el entusiasmo  y el respeto por nosotros mismos es nocivo, aunque conlleve poder, dinero o éxito. Ya he visto mucha gente asfixiada por el éxito, cometiendo errores que acababan destruyendo un trabajo de años, abandonándose a borracheras monumentales o volviéndose agresivos, rigurosos o amargos. Estas personas están lejos de sí mismas y lejos de los demás.

– Retomemos lo del sabio.
– Este chino escribió un libro sobre la guerra, pero los cinco puntos de su lista pueden aplicarse a cualquier tarea realizada por el ser humano.

– El primer punto es la ley de la voluntad. Acabamos de hablar sobre ella: solo debemos hacer aquello que llena nuestro corazón de entusiasmo. Si pretendemos ignorar esto, si retrasamos el momento de vivir lo que soñamos, perdemos la energía necesaria para cualquier transformación importante en nuestras vidas. 
Alguien ya dijo una vez, y muy apropiadamente: “No conozco el secreto del éxito, pero el secreto del fracaso es procurar seguir siempre la voluntad de los otros”.

El segundo punto es la ley de las estaciones. De la misma manera que una guerra trabada en invierno exige un comportamiento y un equipamiento diferentes a los de una guerra que tenga lugar en verano, el ser humano debe aprender a respetar sus propias estaciones, no intentando actuar en el momento en que hay que esperar, y no intentando esperar en el momento en que hay que actuar.

– El tercer punto es la ley de geografía. Una batalla en un desfiladero es diferente a la que se traba a campo abierto: tanto en uno como en otro caso, solo consigue condiciones favorables aquel que está atento a lo que sucede a su alrededor, al espacio que está ocupando, a lo que tiene que hacer para avanzar, al lugar donde podría quedar acorralado y a las vías para escapar, en el caso de que necesitara retroceder un poco.

– El cuarto punto es la ley de los aliados. Nadie consigue luchar en solitario. 
Hacen falta amigos que nos den fuerza cuando la necesitamos, gente que nos aconseje sin miedo a lo que vamos a pensar. Como dice un poeta, “ningún pájaro puede volar alto usando apenas sus propias alas”.

Por último, el quinto punto es la ley de la creatividad. Solo existe una manera de entender las cosas: cuando intentamos cambiarlas. No siempre lo conseguimos, pero acabamos aprendiendo, porque buscamos un camino aún no recorrido –y el mundo está lleno de este tipo de caminos. El problema es que todos temen los bosques vírgenes, los mares nunca navegados, ya que lo desconocido da la sensación de que nos podemos perder.
http://www.eluniverso.com/2009/03/29/1/1380/48D52304EE844FF68B92E979B845E462.html
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