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miércoles, 9 de junio de 2010

A oração que eu esqueci

Por Paulo Coelho
El Alquimista

Andando pelas ruas de São Paulo, recebi de um amigo -Edinho Oliveira - um panfleto chamado Instante Sagrado. Impresso a quatro cores, em excelente papel, nãoidentificava nenhuma igreja ou o culto, apenas trazia uma oração escrita.

Qual foi minha surpresa ao ver que quem assinava esta oração era - EU! Ela havia sido publicada no início da década de 80, na contracapa de um livro de poesia. Não pensei que resistisse ao tempo, nem que pudesse retornar as minhas mãos de maneira tão misteriosa; mas, quando a reli, não me envergonhei do que âhavia escrito.

Já que estava naquele panfleto, e já que acredito em sinais, achei oportuno reproduzi-la aqui. Espero estimular cada leitor a escrever sua própria prece, pedindo para si e para os outros aquilo que julga mais importante. Desta maneira, colocamos uma vibração positiva em nosso coração, e ela há de contagiar tudo que nos cerca.

Eis a oração:

Senhor protegei as nossas dúvidas, porque a Dúvida é uma maneira de rezar. É ela que nos fazem crescer, porque nos obriga a olhar sem medo para as muitas respostas de uma mesma pergunta. E para que isto seja possível, Senhor protegei as nossas decisões, porque a Decisão é uma maneira de rezar. Dai-nos coragem para, depois da dúvida, sermos capazes de escolher entre um caminho e o outro. Que o nosso SIM seja sempre um SIM, e o nosso NÃO seja sempre um NÃO.

Que uma vez escolhido o caminho, jamais olhemos para trás, nem deixemos que nossa alma seja roída pelo remorso. E para que isto seja possível, Senhor protegei as nossas ações, porque a Ação é uma maneira de rezar. Fazei com que o pão nosso de cada dia seja fruto do melhor que levamos dentro de nós mesmos.

Que possamos, através do trabalho e da Ação, compartilhar um pouco do amor que recebemos. E para que isto seja possível, Senhor proteja os nossos sonhos, porque o Sonho é uma maneira de rezar. Fazei com que, independente de nossa idade ou de nossa circunstância, sejamos capazes de manter acesa no coração a chama sagrada da esperança e da perseverança. E para que isto seja possível, Senhor dai-nos sempre entusiasmo, porque o Entusiasmo é uma maneira de rezar. É ele que nos liga aos Céus e a Terra, aos homens e as crianças, e nos diz que o desejo é importante, e merece o nosso esforço. É ele que nos afirma que tudo é possível, desde que estejamos totalmente comprometidos com o que fazemos. E para que isto seja possível, Senhor protegei-nos, porque a Vida é a única maneira que temos para manifestar o Teu milagre. Que a terra continue transformando a semente em trigo, que nós continuemos transmutando o trigo em pão.

E isto só é possível se tivermos Amor - portanto, nunca nos deixe em solidão. Dai-nos sempre a tua companhia, e a companhia de homens e mulheres que tem dúvidas, agem, sonham, se entusiasmam, e vivem como se cada dia fosse totalmente dedicado a Tua glória. Amém.

Texto retirado de:

lunes, 7 de junio de 2010

Mi oración

Por Paulo Coelho
El Alquimista

“Espero que sirva de estímulo para que cada lector escriba su propia oración, pidiendo para sí mismo y para los demás lo que le parezca más importante”.

Caminando por las calles de São Paulo, recibí de un amigo –Edinho de Oliveira– un panfleto titulado El instante sagrado. Impreso a cuatro colores, en excelente papel, no parecía tener ninguna iglesia o culto por detrás, respaldándolo. Apenas contenía el texto de una oración. Cuál no sería mi sorpresa cuando vi que quien firmaba esta oración era... ¡Yo mismo! Había sido publicada a principios de los años ochenta, en la contraportada de un libro de poesía.

No imaginaba que resistiría el paso del tiempo, ni que volvería a mis manos de una manera tan misteriosa. De todas formas, cuando la releí, no me avergoncé de lo que había escrito.

Puesto que estaba en aquel panfleto, y puesto que creo en las señales, me ha parecido oportuno reproducirla aquí. Espero que sirva de estímulo para que cada lector escriba su propia oración, pidiendo para sí mismo y para los demás lo que le parezca más importante. De esta manera, activamos una vibración positiva en nuestro corazón, que debe contagiar todo lo que nos rodea.

Mi oración
Señor, protege nuestras dudas, pues la Duda es una manera de rezar. Ella es la que nos hace crecer, pues nos fuerza a mirar sin miedo las múltiples respuestas posibles que pueden darse para una misma pregunta. Y para que tal cosa sea posible.

Señor, protege nuestras decisiones, pues la Decisión es una manera de rezar. Danos valor para, una vez vencida la duda, ser capaces de elegir uno de los dos caminos que se abren frente a nosotros. Que nuestro SÍ sea siempre un SÍ y que nuestro NO sea siempre un NO. Que una vez escogido el camino, jamás miremos hacia atrás, ni dejemos que nuestra alma se consuma en el remordimiento. Y para que tal cosa sea posible.

Señor, protege nuestros sueños, porque el Sueño es una manera de rezar. Haz que, independientemente de la edad que tengamos o de las circunstancias que afecten a nuestras vidas, seamos capaces de mantener encendida la llama sagrada de la esperanza y de la perseverancia. Y para que tal cosa sea posible.

Señor, danos siempre entusiasmo, porque el Entusiasmo es una manera de rezar. Él es el que nos vincula a los Cielos y a la Tierra, a los hombres y a los niños, y nos dice que el deseo es importante, y merece nuestro esfuerzo. Él es el que nos asegura que todo es posible, siempre que estemos firmemente comprometidos con lo que hacemos. Y para que tal cosa sea posible.

Señor, protégenos, porque la Vida es la única manera que tenemos de manifestar tu milagro. Que la tierra continúe transformando la semilla en trigo y que nosotros sigamos transformando el trigo en pan. Y tal cosa solo es posible si tenemos Amor; por lo tanto, nunca nos dejes solos.

Danos siempre tu compañía, y la compañía de hombres y mujeres que tienen dudas, actúan, sueñan, se entusiasman y viven como si dedicaran todos los días a tu gloria. Amén.

Texto retirado de: La Revista

jueves, 3 de junio de 2010

Arreglo de Cuentas

El compañero habrá tenido extraño comportamiento, agrediéndote o perjudicándote.

No te des a reacciones precipitadas, bajo el pretexto de justificarte.

Imagínate, antes de nada, en el lugar de él.

¿Como te sentirias, si tuvieses a una persona querida, acercándose a la muerte?

¿Qué comportamiento sería el tuyo, ante determinada molestia que te corroyese el cuerpo, en un momento en que alguien te recordase el pese de una deuda?

Si te vez al frente de un loco no puedes ignorar que será imposible curarlo con martillazos en la cabeza.

Delante de un prejuicio material, aunque sea de grandes proporciones, si puedes sustentarte sin que el deudor consiga solventarlo, más vale esperar provocar un rompimiento de consecuencias imprevisibles.

Piensa en las ocasiones en que corazones amigos te habrán disculpado tus propias faltas.

Mediata en las personas queridas para las cuales muchas veces, habrás de implorar la benevolencia de los demás algunas veces, hasta de esos otros a quien tal vez pretendas constreñir con desafíos y exigencias.

En cualquier arreglo de cuentas, mediata en la extensión de nuestras deudas para con Dios y serénate en la certeza de que, por encima de todos los conflictos, la paciencia vale más.

Pintura de: Jennifer Balkan, tomada del blog Women Painting Women

Por el espíritu de: Emmanuel
Texto retirado del: Libro "CALMA".
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