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miércoles, 12 de mayo de 2010

Sufriendo Reprobaciones

Estarás, posiblemente, sufriendo reprobaciones que te parecen injusto castigo espiritual.

Inicialmente adopta el silencio sin hacer comentarios.

Ora, pidiendo inspiración a la Divina Providencia.

Si no tienes culpa alguna en relación a los errores que te fueron atribuidos, no des respuesta alguna y continúa en las tareas que la vida te confió, disculpando cualquier ofensa.

Si las críticas sufridas guardan algún fundamento, procura analizar tu propio comportamiento en referencia al asunto.

Agradece en pensamiento a tus censores procurando rectificar los puntos en los cuales te observes en desacierto.

Nada reclames contra quien te señale la verdad, porque si actúan con exageración contra los engaños de que, por ventura, te culpen, la vida se incumbirá de esclarecerlos en momento oportuno.

No te defiendas ni acuses a nadie ante censuras recibidas.

Continúa trabajando con sinceridad, cortando las actitudes que desapruebas en ti mismo.

Si te notares en el centro de culpas, por las cuales te sientas innegablemente responsable, prosigue actuando y sirviendo, cuanto sea posible, así mismo, en la certeza de que todos somos hijos de Dios y que Dios te concederá recursos y abrirá caminos nuevos para que la paz de la conciencia tu vuelva a tomar a la vida e ilumine el corazón.

Pintura de: Carmen Giraldez, tomada del blog Recogedor

Por el espíritu de: Emmanuel
Texto retirado del: Libro "CALMA".

domingo, 9 de mayo de 2010

El arte de la paz

Por Paulo Coelho
El Alquimista

Del gran maestro


“Aprende de los sabios, de los libros sagrados, pero no te olvides de que cada montaña, río, planta o árbol, también tienen algo que enseñarte”.

Entre las pocas artes marciales que he practicado en mi vida, la que más me sedujo fue el Aikido. Creado por el japonés Morihei Ueshiba (1883-1969), la palabra quiere decir “El arte (o el camino) de la paz”. Recuerdo haber pasado noches enteras con mis compañeros aprendiendo a luchar de tal manera, que toda la energía negativa del adversario se volviera contra él.

Ueshida, conocido entre los practicantes de Aikido como el Gran Maestro, nos dejó una serie de prácticas filosóficas, conferencias, poesías y conversaciones con discípulos. Recojo a continuación algunas de sus principales enseñanzas:

¿Dónde comienza el arte de la paz?
El arte de la paz comienza en ti mismo; trabaja para conseguir que permanezca a tu lado. Todo el mundo posee un espíritu que puede perfeccionarse, un cuerpo que puede ser entrenado y un camino que recorrer.

Tú estás aquí para cumplir esas tres metas, y para eso hacen falta dos cosas: conservar la tranquilidad y practicar el arte en todo lo que hagas.

El universo y el hombre
Todo en el universo viene de la misma fuente. Esta fuente, a la que llamamos vida, contiene tanto nuestro pasado, como el presente y el futuro. A medida que el hombre avanza, puede desintegrar o armonizar la energía vital.

El mal nace en el momento en que empezamos a creer que es solo nuestro lo que en verdad pertenece a todos.
Eso provoca soberbia, deseos inútiles y rabia. Pero el que no se deja poseer por las cosas acaba siendo dueño de todo.

El hombre y las ocho fuerzas
Para practicar el arte de la paz se hace necesario, en algún momento, abandonarse sucesivamente a las ocho fuerzas opuestas que sustentan el Universo: Movimiento e inercia, Solidez y adaptación, Contracción y distensión, Unificación y división.

Se encuentran en todo, desde el vasto espacio a la menor de las plantas: todas las cosas llevan en su interior una reserva gigantesca de la energía universal, que puede emplearse para el bien común.

El crecimiento constante
La vida es desarrollo. Para alcanzar este objetivo sube a las altas montañas y baja hasta los valles más profundos de tu alma. Inspira y siente que estás absorbiendo hacia tu interior todo lo que existe en los cielos y en la Tierra. Expira y siente que el aire que sale de tu cuerpo es portador de la semilla de la fecundidad, y que va a hacer de la humanidad algo más verdadero, mejor y más hermoso.

La respiración infinita
Todo el aprendizaje del hombre puede resumirse en su manera de respirar conscientemente. Cada vez que lo hace, participa en la energía poderosa que sostiene la creación.

La atención consciente
Haz que cada día sea realmente nuevo, vistiéndote con las bendiciones del paraíso, bañándote en sabiduría y amor, y poniéndote bajo la protección de la madre naturaleza. Aprende de los sabios, de los libros sagrados, pero no te olvides de que cada montaña, río, planta o árbol, también tienen algo que enseñarte.

Texto retirado de: La Revista

miércoles, 5 de mayo de 2010

Disensiones Domésticas

De pequeña disensión doméstica puede nacer extenso caudal de riñas y aflicciones.

Aprender a oír sin contradecir, para aclarar cualquier punto oscuro en el momento adecuado, es señal evidente de comprensión y sabiduría.

Auxilia al niño, no sólo a sonreír, sino también a educarse.

Respetar a los parientes del corazón, que se nos ligan en las experiencias terrestres, es un valioso preservativo contra desajustes positivamente innecesarios.

Evita criticar esa o aquella menudencia poco agradable en el ambiente casero, cooperando en silencio para que las fallas desaparezcan.

Nada censures, colaborando para que los problemas sean resueltos sin alteraciones y reproches.

Silenciar sobre cuestiones neurálgicas en familia impide la explosión de conversaciones ofensivas o inútiles.

No revivas los malentendidos de ayer o de cualquier fase del pasado, para que faltas y errores en el hogar sean realmente olvidados.

Aprendamos a no gritar y sí a conversar.

No te olvides: la unión comienza en la casa, pero la calma general comienza en ti mismo.


Por el espíritu de: Emmanuel
Texto retirado del: Libro "CALMA".
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