Respuestas de la vida

13 – RUEGO DE AMIGO

No se desprecie.

No diga que no merece la bendición de Dios.

Atendamos a la realidad.

Si la divina providencia no confiase en nosotros, no tendríamos en las manos tareas tan importantes como estas:

Una criatura querida para proteger.

Alguien que instruir

Una casa que sustentar

Un enfermo para asistir

Una profesión que ejercer

Ese o aquel encargo, aunque sean los mas simples

Alguna enseñanza que componer

Esa o aquella actividad de auxilio al semejante

Algún trozo de tierra para cultivar

Determinada maquina para conducir

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Si la sabiduría de la vida nada esperase de nosotros, no nos habrían donado tantos recursos como:

La inteligencia lucida que nos ayuda a discernir entre lo cierto y lo errado.

La noción del bien y del mal

Las ventanas de los cinco sentidos

La capacidad mental cuyas manifestaciones podemos perfeccionar hasta lo infinito con nuestro esfuerzo propio.

La visión del cuerpo y del alma con las que realizamos prodigios de observación y análisis.

La palabra que podemos educar, y con la cual encontramos las mayores oportunidades de rehacer nuestro destino.

La audición con la que recogemos los mensajes de todos los sectores por el registro de sonidos diferentes.

Las manos que complementan los brazos, expresándose por antenas hábiles de servicio.

Las facultades genésicas que iluminadas por el amor y dirigidas por el sentido de responsabilidad las confieren poderes incomparables de versión en los dominios del cuerpo y del espíritu.

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Si usted detiene mayores áreas de acción o disfruta ventajas más amplias, respecto a los encargos y beneficios aquí relacionados, entonces ya obtuvo significativas promociones en los cuadros de la vida.

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Por el espíritu de: Andre Luiz

Psicografía: Francisco Cándido Xavier 

Texto retirado del libro: Respuestas de la Vida