Confíe en Dios y en usted mismo para dirigirse, pero entienda que usted, por ahora, aún es un ser humano, sin ser un ángel.
Ejercite la auto-aceptación, a fin de no se alejar en las idealizaciones negativas.
No llore sin consuelo sobre experiencias que se le hacen necesarias, porque la lamentación repetida lleva simplemente a la soledad, y la soledad, aunque brillante, significa inutilidad y vacío.
Si usted cayó en algún error y consigue saber de eso, ya posee también discernimiento bastante para rectificarse.
Guarde la lección del pasado sin transportar consigo el embalaje de los problemas de donde usted la extrajo.
Comprendamos a los demás en sus luchas para que seamos comprendidos en nuestras dificultades.
El tiempo es un mercado de oportunidades constantes en la construcción del bien que podemos aprovechar, cuanto y cuando quisiéramos.
Si usted espera progreso Y milagros en su camino, no pare de trabajar.
Garantizando salud y paz, equilibrio y seguridad en favor de la propia vida, acepte a los demás así como son, sin alimentar envidia o resentimiento.
Recuerde los talentos que le enriquecen la personalidad y las bendiciones que le valorizan la existencia Y recuérdese que todo día es momento para extender la práctica del bien, olvidar el mal, aprender siempre más y hacer lo mejor.
Por el espíritu de: Andre Luiz
...buenos dias, Luis Henrique!
ResponderEliminarque bom saber que tens o nome
do meu neto, minha razão de viver!
agradeço tbm suas palavras carinhosas.
você é um lindo!
bjbj