Disculpe y usted comprenderá.
Donde existe amor no hay lugar para resentimientos.
Al colocarse en la condición de quien yerra, sea cual sea el problema, de inmediato, usted notará que la compasión nos disuelve cualquier sombra de crítica.
La existencia humana es una colección de pruebas en que la Divina
Sabiduría nos observa, con miras a nuestra habilitación para la Vida Superior; quien hoy condena al prójimo, no sabe que tal vez mañana esté enfrentando los mismos problemas de aquellos compañeros presentemente en dificultades.
En los esquemas de la Eterna Justicia el perdón es la luz que extingue las tinieblas.
A veces, aquello que parece ofensa es el socorro oculto del Mundo Espiritual en su beneficio.
La misericordia va más allá del perdón, creando el olvido del mal.
En muchas ocasiones, la Divina Providencia nos permite el error para que aprendamos a perdonar.
La indulgencia es la fuente que lava los venenos de la culpa.
Perdón es la fórmula de la paz.
Aprendamos a tolerar, para que seamos tolerados.
Por el espíritu de: Andre Luiz
Psicografía: Francisco Cándido Xavier
Texto retirado del libro: Respuestas de la Vida
Que tal Conspicuo y perspicuo.
ResponderEliminarLas respuestas de la vida deberían ser una materia en todos las escuelas y colegios, te acuerdas en la escuela de la asignatura Moral y Cívica y el manual de Carreño.
Todo muy bien en la playa
Mi querida amiga he venido a visitarte y hacerme seguidora de este blog támbien,eres un cielo de persona,,Con cariño Victoria
ResponderEliminarMe gusta Coelho,los primeros libros que cayeron en mis manos fueron de dos amigos argentinos aligual que de Bucay pero me inclino más por el primero.besos
ResponderEliminarComo siempre, una excelente entrada. Gracias Conspicuo por el placer de leerte.
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